El Día Internacional de la Mujer, también conocido como 8-M por la fecha en que se celebra (8 de marzo), conmemora anualmente la lucha de las mujeres por lograr la igualdad real y efectiva entre géneros (femenino y masculino), así como:
El 8 de marzo de cada año, se utiliza para visibilizar la todavía existente desigualdad de género y reivindicar la igualdad innegable de derechos para las mujeres.
Muchas mujeres y hombres se concentran en manifestaciones convocadas en todo el planeta, porque ésta es una lucha de todos, es un trabajo de equipo, debemos apoyarnos para lograr el final de la era de la desigualdad de género, porque la igualdad de género beneficia a toda la sociedad; la participación es cada vez mayor, y se suceden los eventos y conmemoraciones de tan significativo día para todas nosotras.
Confieso que, al preparar la redacción de este artículo, encontré una frase que me impactó profundamente, muy gráfica y que muestra nuestra realidad y nuestro pasado: “Si hay algún colectivo que sabe de lucha son las mujeres”; esta máxima es la que nos ha perseguido desde que “el hombre es hombre” y “la mujer es mujer”, pues a lo largo de la Historia de la Humanidad la superioridad fisiológica del hombre es la que se ha impuesto, llegando a denominar a las mujeres como “el sexo débil”...
Mujeres de todas las clases sociales seguimos luchando de manera incansable por acabar con todos los escollos que nos impiden ejercer nuestros derechos con la misma libertad que los hombres.
Esta fecha, el 8-M, continuará celebrándose hasta que triunfe la igualdad de género, hasta que ésta sea verdadera porque, en justicia, nuestras reivindicaciones como mujeres son legítimas.
Todavía buena parte de la sociedad, mujeres incluidas, no conciben la existencia de este día tan significativo, niegan su necesidad y la desigualdad de género; sin embargo, ejemplos claros del día a día nos muestran una realidad muy distinta a estos planteamientos, como por ejemplo la Sentencia nº 47/2023 de 9 de febrero del Juzgado de lo Social Nº 2 de León que ha rechazado la solicitud de teletrabajar a un padre con base al hecho de que “la madre tiene reconocida la conciliación familiar y puede encargarse de llevar al niño ella” a la Guardería; lo cual no deja de ser sexista y rompe diametralmente con la denominada “corresponsabilidad”1 que tanto ansiamos las mujeres, así como con el espíritu de la LOI (la Ley Orgánica de Igualdad) y con la doctrina del Tribunal Supremo, que en su Sentencia nº 646/2022 de 12 de julio de 20222, entre otras, afirma que “para cumplir con el objetivo de alcanzar la igualdad real y efectiva de mujeres y hombres, la utilización de las medidas de corresponsabilidad debe hacerse facilitando que los hombres hagan uso de los derechos de conciliación de la vida familiar” y que “el objetivo general de corresponsabilidad en las tareas familiares aconseja una interpretación favorable al ejercicio indistinto del derecho”.
Dicha resolución del Juzgador de León, contribuye a perpetuar los dichosos “roles de género” que tanto nos han pesado a las mujeres durante siglos, impidiendo, por otro lado, a los hombres ejercer las obligaciones correspondientes a la paternidad responsable; esta sentencia envía un mensaje a éstos desmotivándoles de intentar reivindicar la igualdad con sus parejas mujeres y de ser corresponsables con ellas; de hecho, aunque tengamos el respaldo de la ley para ejercer nuestros derechos, necesitamos el apoyo de toda la sociedad, y más aún de los señores Jueces y Magistrados, que son los encargados de ”juzgar y hacer ejecutar lo juzgado” y de aplicar las leyes a los casos concretos.
Esto es una gota en un mar pleno de ellas, lo cual significa que la sociedad, si bien está cambiando, todavía necesita exterminar de una vez por todas aquello que nos impide alcanzar la igualdad y la libertad en pleno ejercicio de los derechos que nos son inherentes.
La historia del nacimiento del 8-M, Día Internacional de la Mujer
El Día Internacional de la Mujer, se ha bautizado con muchas denominaciones, recuerdo que hasta hace relativamente poco tiempo se llamaba “Día Internacional de la Mujer trabajadora”, con exclusión de aquellas mujeres que no trabajan fuera del hogar, por elección propia o por imposición y que suponen un considerable porcentaje de la población femenina mundial.
Desde hace más de 100 años, el día 8 de marzo, se celebran los logros alcanzados por las mujeres en el reconocimiento de los derechos y libertades que nos corresponden como seres humanos, y nos recuerda la larga historia de luchas y sacrificios para conseguirlos, así que es un día “agridulce”.
La importancia del papel de la mujer durante lo que llevamos del siglo XXI es significativa, puesto que presencia de la mujer se ha ido desarrollando, comenzando a participar en altas esferas y en posiciones de poder y toma de decisiones, aunque de forma muy poco representativa aún.
El origen exacto del Día Internacional de la Mujer no está claro, aunque una concatenación de sucesos dio lugar al movimiento feminista y por tanto a la celebración de un día conmemorativo de dicha lucha por la igualdad.
Ésta es la historia que dio origen a tan significativa fecha:
Ejemplos de mujeres excepcionales e insignes en diferentes áreas del conocimiento, encontramos por doquier a lo largo de la Historia, aunque no figuren en los libros de texto ni hayamos estudiado en profundidad sus obras y contribuciones.
Ya Lisístrata, obra de Aristófanes (siglo V a. C.) en la antigua Grecia, comenzó una “huelga sexual” contra los hombres con la finalidad de que terminaran con la guerra.
La filósofa Hipatia de Alejandría (370-415) es un icono de autonomía y libertad de la mujer que reivindica el feminismo.
Durante la Revolución francesa, en 1789 la marcha sobre Versalles fue protagonizada por mujeres y hombres, reclamando éstas fundamentalmente el sufragio femenino y la igualdad social.
En 1791 se redactó uno de los primeros documentos históricos de reclamación de la emancipación femenina, de la igualdad de derechos, del sufragio femenino y de la equiparación jurídica entre mujeres y hombres, la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana.
El siglo XIX, con la Revolución Industrial, y el siglo XX han sido clave para la lucha y reconocimiento de los derechos de la mujer.
Durante dicha época nació el sufragismo y con él las sufragistas, un movimiento internacional para exigir el derecho de las mujeres a ejercer el voto, es decir, el sufragio universal.
En 1848, en EEUU, se celebra la 1ª Convención Nacional por los derechos de las mujeres, en Nueva York, que congrega a cientos de personas.
En marzo de 1857, en Nueva York las llamadas “garment workers” o trabajadoras textiles organizaron una manifestación para exigir salarios más justos y condiciones laborales menos precarias, ya que sus salarios podían llegar a ser menos de la mitad que los de los hombres. Fueron detenidas violentamente y maltratadas por la policía. Dos años más tarde, en 1859, crearon su primer sindicato.
A partir de 1865, se implanta fuertemente el sufragismo en el Reino Unido, que ya se había desarrollado en EEUU a partir de 1840.
Nueva Zelanda, pionero en muchas decisiones políticas, fue el primer país del mundo en permitir el voto femenino en 1893.
En 1907 en Stuttgart, Alemania, tuvo lugar la 1ª Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, que perseguía el sufragio femenino entre otros derechos. En la 1ª Conferencia se fundó la Internacional Socialista de Mujeres.
En marzo de 1908, las mujeres, bajo el lema de “Pan y Rosas”, tomaron de nuevo las calles de Nueva York, al igual que en 1857, para exigir, entre otras cosas, el derecho al voto femenino, incrementos salariales, jornadas menos extensas (trabajaban 12 horas diarias o más, 7 días a la semana) y la prohibición del trabajo infantil.
El 3 de mayo de 1908, el Comité Nacional de la Mujer del Partido Socialista de los Estados Unidos, en el teatro Garrick de Chicago, organizó el "Día de la Mujer", presidido por destacadas mujeres como Corinne Brown y Gertrude Breslau Hunt, y dedicado al sufragio femenino, a la causa de las obreras y a denunciar la opresión de las mujeres. En dicho año, se convocó una huelga masiva en Chicago y Nueva York, llegando a marchar por las calles de NY unas 15.000 mujeres exigiendo mejores salarios, el sufragio femenino y reducciones de la jornada laboral.
El primer “Día Nacional de la Mujer” se celebró en todo el territorio de los Estados Unidos el 28 de febrero de 1909.
En noviembre de 1909, en Nueva York, tuvo lugar el “levantamiento de las 20.000”, una nueva huelga de las trabajadoras textiles, también conocida como la “huelga de las camiseras”, dirigida por Clara Lemlich y apoyada por la Liga Nacional de Sindicatos de Mujeres Estados Unidos (National Women's Trade Union League of America - NWTUL).
En 1910, tuvo lugar la II Conferencia Internacional Socialista de Mujeres, en Copenhague, Dinamarca, a la que asistieron más de cien mujeres procedentes de 17 países, durante la cual Clara Zetkin propuso fijar un día simbólico que sirviera para reivindicar los derechos de todas las mujeres, como el derecho al voto femenino, entre otros muchos, así se proclamó el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Mientras, en España, a partir del 8 de marzo de 1910, la mujer pudo acceder a las Enseñanzas Superiores en igualdad de condiciones que el hombre, al aprobarse una Real Orden que autorizó la matrícula de alumnas, después de que Emilia Pardo Bazán fuera nombrada Consejera de Instrucción Pública.
Las españolas pioneras de finales del siglo XIX ya habían comenzado a estudiar en la Universidad, dado que no existía ninguna ley que lo prohibiera.
Pero incluso antes, en 1785, María Isidra de Guzmán, “la doctora de Alcalá”, obtuvo el Grado de Doctora en la Universidad de Alcalá de Henares. Así también, en 1849, Concepción Arenal se disfrazó de hombre para estudiar Derecho en la Universidad de Madrid.
Aunque aquello duró poco, pues ese derecho fue suspendido poco después, debido a la promulgación en 1882 de una Real Orden suspendió el acceso de las mujeres a la Enseñanza Superior.
Otra Real Orden, en 1888, acordó que las mujeres fueran admitidas como alumnas sólo en la enseñanza privada y con una autorización del Ministerio de Instrucción Pública.
Así fue como las mujeres pudieron matricularse en igualdad de condiciones que el hombre en 1910 en España.
En otros países europeos, las mujeres tuvieron que esperar mucho más, por ejemplo en Reino Unido la mujer no accedió a la Universidad de Cambridge hasta 1947.
Hecho este paréntesis y continuando con la cronología del nacimiento del Día Internacional de la Mujer, éste comenzó a celebrarse en 1911, el 19 de marzo, con mítines, manifestaciones, protestas y campañas a los que asistieron más de un millón de personas, en EE.UU., Austria, Dinamarca, Alemania y Suiza, para exigir el derecho de voto, la formación profesional, el derecho al trabajo, el derecho a ocupar cargos públicos y a la no discriminación laboral.
El 25 de marzo de 1911, se produjo un trágico incendio en la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist, situada en el edificio Asch de Nueva York, que se saldó con la muerte más de 100 mujeres y una veintena de hombres, resultando también heridas unas 70 mujeres, la mayoría inmigrantes, pues, al parecer habían sido encerradas sin posibilidad de escapar como represalia por las huelgas de las trabajadoras.
Este grave suceso tuvo importantes repercusiones en la legislación laboral de los Estados Unidos, que se modificó haciendo avanzar las regulaciones de seguridad en el trabajo y el reconocimiento de los derechos de la mujer, así como en las posteriores celebraciones del Día Internacional de la Mujer.
La Women's Trade Union League y la International Ladies' Garment Workers Union aumentaron conjuntamente las protestas y manifestaciones contra las condiciones inhumanas bajo las que trabajaban las mujeres, reuniendo a unas 100.000 personas en una manifestación fúnebre silenciosa.
En los albores de la Primera Guerra Mundial, en 1913, a finales de febrero, las mujeres rusas celebraron su 1er. Día Internacional de la Mujer.
En 1914, mujeres de todo el mundo, fundamentalmente de Alemania, Suecia y Rusia, se unieron para protestar contra la 1ª Guerra Mundial y fijaron de manera oficial el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer. En el resto de países europeos, las mujeres también celebraron eventos y mítines en torno a dicha fecha (8 de marzo) para protestar por la guerra y solidarizarse con otras mujeres.
La fecha elegida por unanimidad para el Día Internacional de la Mujer nunca había sido aceptada antes por todos, por tanto, se acordó su celebración anual el 8 de marzo en todo el mundo, y así ha sido desde 1914.
En 1917, las mujeres rusas volvieron a manifestarse el último domingo de febrero (8 de marzo en el calendario gregoriano usado en Europa) para luchar por "pan y paz", por los más de dos millones de soldados rusos que habían muerto en la Gran Guerra, y la cruenta hambruna consecuencia de ésta; asimismo, un gran número mujeres se encontraban en huelga para exigir mejores condiciones de vida.
El Zar Nicholas II fue obligado a abdicar y el Gobierno, que asumió el poder provisionalmente, concedió y garantizó a las mujeres el derecho femenino al voto el 23 de febrero de 1917, según el calendario juliano, u 8 de marzo, según el calendario gregoriano.
El 8 de marzo de 1917, se celebraron una serie de mítines y manifestaciones con motivo del Día Internacional de la Mujer, que desde su aprobación oficial por la Unión Soviética, ha ido contagiando progresivamente a muchos otros países del mundo.
Alexandra Kollontai, dirigente bolchevique, Comisaria del Pueblo para la Asistencia Pública, logró la aprobación del voto para la mujer, así como la legalidad del divorcio y del aborto; también consiguió que el 8 de marzo fuera considerado como fiesta oficial laborable en la Unión Soviética. Bastantes años después, el 8 de mayo de 1965, el Sóviet Supremo de la Unión Soviética (URSS) declaró el Día Internacional de la Mujer como no laborable.
En China comenzó a celebrarse en 1922, aunque en la actualidad se celebran festivales y jornadas sobre moda y belleza, muy alejadas del espíritu de dicha onomástica.
Volviendo a nuestro país, la primera vez que se reconoció el derecho al voto de las mujeres en España fue en el artículo 36 de la Constitución Española de 1931, aprobada por las Cortes Constituyentes españolas el 9 de diciembre de 1931, cuyo contenido era el siguiente: “Los ciudadanos de uno y otro sexo, mayores de veintitrés años, tendrán los mismos derechos electorales conforme determinen las leyes.”; gracias a ello, pudieron ejercer el derecho al voto en las elecciones municipales del 23 de abril de 1933 y en las elecciones generales del 19 de noviembre de 1933.
La contribución de la Abogada, escritora y política española Clara Campoamor, Carmen Eulalia Campoamor Rodríguez, (1882 - 1972), en la defensa de los derechos de la mujer española y en el impulso por el sufragio femenino, fue innegable, así, durante la Segunda República Española creó la Unión Republicana Femenina. También Dolores Ibárruri Gómez (1895 – 1989), conocida como “La Pasionaria”, célebre por su tenaz defensa de la igualdad de derechos, presidió en 1934 el Primer Congreso del Comité de Mujeres del PCE; fue elegida Diputada en las elecciones generales de 1936, las últimas celebradas en la Segunda República; Vicepresidenta de las Cortes Generales en 1937, la dirección del Partido Comunista la nombró redactora de su diario oficial “Mundo Obrero”; y escogida como Secretaria General del PCE pasando posteriormente a desempeñar el cargo de Presidenta del PCE en 1960 hasta su fallecimiento, siendo la 1ª mujer en liderar un partido político español. Poco se ha avanzado desde entonces, ya que hoy en día, 2023, la única líder de un partido político es Inés Arrimadas García, Presidenta de Ciudadanos.
Tras el estallido de la Guerra civil en 1936, las mujeres perdieron su derecho a voto, que fue ejercido en las elecciones generales de 1977, y restituido en la actual Constitución Española de 1978, que en su artículo 23.1: “Los ciudadanos tienen el derecho a participar en los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes, libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio universal.”; proclamando asimismo el principio de igualdad en su artículo 14: “los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”.
En 1945, la Carta de las Naciones Unidas (ONU) supuso un considerable avance en el reconocimiento de los derechos de la mujer a nivel internacional, ya que fue el primer acuerdo internacional que dispuso el principio de igualdad entre mujeres y hombres.
El 8 de mayo de 1965, en la antigua URSS, su Presídium del Sóviet Supremo implantó el “Día Internacional de la Mujer” como día no laborable en la URSS, conmemorando así “los méritos sobresalientes de la mujer soviética en la construcción comunista, en la defensa de su Patria durante la Gran Guerra Patria, en su heroísmo y abnegación en el frente y en la retaguardia”, al igual que la contribución de la mujer al “fortalecimiento de la amistad entre los pueblos y la lucha por la paz”.
En 1972, la Asamblea General de las Naciones Unidas, dictó la Resolución 3010, declaró que el año 1975 sería el “Año Internacional de la Mujer”.
En 1975 la ONU declaró el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer y se celebró por primera vez de manera oficial el “Día Internacional de la Mujer” dicho 8 de marzo; teniendo lugar, ese mismo año, la 1ª “Conferencia Mundial sobre Mujeres”.
Las Conferencias Mundiales sobre la Mujer convocadas por las Naciones Unidas se sucedieron a lo largo del siglo XX y contribuyeron a fijar la igualdad entre géneros en la agenda política internacional. Se celebraron en Ciudad de México (1975), en Copenhague (1980), Nairobi (1985) y Beijing (1995).
En 1977 mediante la Resolución 32/142 de la Asamblea General de la ONU, se aprobó una Resolución por la que se proclamó el “Día de las Naciones Unidas para los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional” y se invitó a todos los estados miembros a declarar, conforme a sus tradiciones históricas y costumbres nacionales, una jornada como “Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional”, así lo hizo Chile, por ejemplo, ese mismo año.
En EEUU, no fue hasta 1994 en que la actriz polaca Beata Pozniak solicitó al Congreso de Estados Unidos el reconocimiento del Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo, que dictó una Resolución (H.J. Res. 316) estableciendo tal jornada como Día Internacional de la Mujer.
En septiembre de 1995, se celebró la IV Conferencia Mundial de Mujer, convocada por la ONU en Beijing (China), bajo el título “Acción por la Igualdad, el Desarrollo y la Paz”, en la que, por primera vez en un encuentro mundial, se dio protagonismo al tejido asociativo femenino (asociaciones y organizaciones de mujeres), y no sólo a las Delegaciones institucionales.
La denominada “Declaración de Beijing” fue avalada y firmada por 189 gobiernos y consistió en una hoja de ruta para promover la igualdad entre mujeres y hombres, y reconocer los derechos de la mujer.
En dicha Conferencia se aprobó por unanimidad la “Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing”, que incorporó un nuevo mecanismo de actuación denominado gender mainstreaming o transversalidad de la perspectiva de género, consistente en la incorporación de la sensibilidad de género como herramienta para diseñar y evaluar las políticas públicas y su ejecución. Esta Plataforma de Acción de Beijing puso de manifiesto doce esferas prioritarias de especial preocupación con respecto a la problemática de mujeres y niñas a nivel mundial.
Este Documento (la Declaración de Beijing) así como la mencionada Plataforma (de Acción de Beijing), marcaron un hito histórico en el reconocimiento y puesta en valor de los derechos de las mujeres. Tanto es así que, con posterioridad, y para efectuar el seguimiento y control del cumplimiento de los acuerdos adquiridos en Beijing, se han realizaron revisiones en junio 2000, febrero 2005, marzo 2010, marzo de 2015 y en 2020, debiendo cada país realizar un informe sobre los avances y logros en sus respectivos territorios.
El último informe de revisión de España, según me consta, es de mayo de 2019, en el que se analizan las problemáticas de las mujeres en nuestro país y las medidas legislativas correctoras: nivel de formación de las mujeres, la brecha salarial, el paro femenino, la violencia de género y otras muchas.
Con respecto al ámbito de la Unión Europea, el último Informe regional de revisión se produjo en octubre 2019, destaca igualmente los logros y retos en la implementación de los acuerdos alcanzados en el seno de la Plataforma de Acción de Beijing.
La ONU, por su parte, en un Informe de ONU Mujeres (UN Women)1 de septiembre de 2020 denominado ”Revisión de los derechos de las mujeres 25 años después de Beijing”, pone de manifiesto algunos de los progresos con respecto a la igualdad de género, aunque reconoce la existencia de barreras en la sociedad actual europea, advirtiendo de los retrocesos en algunas de los logros conseguidos a lo largo de la historia.
Con motivo de la conmemoración de 25º Aniversario de la Declaración de Beijing, en 2020, ONU Mujeres convocó el “Foro Generación Igualdad”, una iniciativa global conjunta hacia la igualdad de género con la participación de instituciones oficiales y de la sociedad civil, tal y como había sucedido en la IV Conferencia Mundial de Mujer. Asimismo, tuvo lugar, una sesión extraordinaria de la Asamblea General de la ONU, el 1 de octubre de 2020, con la finalidad de “acelerar la realización de la Igualdad de género y el Empoderamiento de las Mujeres y Niñas”.
Después de este paréntesis y volviendo a la historia del nacimiento de nuestro día mundial, en 2011 se celebró el 1er. Centenario del Día Internacional de la Mujer. El presidente de EEUU en aquella época, Barack Obama declaró el mes de marzo como el “Mes de la Historia de la Mujer”, en honor “a los extraordinarios logros de las mujeres”.
En España, ese mismo año (2011), con motivo del Centenario del Día Internacional de la Mujer, se acuñó una moneda de 20 € conmemorativa de dicho Centenario y los 80º de la aprobación del sufragio femenino en España con la imagen de Clara Campoamor en el reverso
En el año 2015 La Asamblea General de la ONU, adoptó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, siendo su Objetivo 5: “Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas”, que reconoce la igualdad de género como un derecho humano fundamental”, así como “uno de los fundamentos esenciales para construir un mundo pacífico, próspero y sostenible.”
El Paro Internacional de Mujeres (PIM) o International Women´s Strike (IWS), también conocido como Movimiento 8M, fue instaurado en el año 2016 con la principal finalidad de “visibilizar las diversas formas y expresiones de la violencia machista que sufren las mujeres en todo el mundo” y los femicidios. Dicha huelga internacional, celebrada por primera vez en 2017 y después en 2018, se convoca anualmente el 8 de marzo en el ámbito de las celebraciones del Día Internacional de la Mujer y es secundada por más de 50 organizaciones de mujeres de todo el mundo, celebrándose en más de 200 ciudades del mundo de más de 50 países.
Las masivas manifestaciones de mujeres en distintos países contra la opresión sobre las mujeres y la violencia machista, un grupo de activistas polacas comenzaron a conectar y coordinar acciones similares en otros países, dando lugar al citado Movimiento 8M, sumándose al mismo, Israel, Italia, Corea del Sur, Rusia, Irlanda, Brasil y México para conformar el grupo promotor del primer Paro Internacional de Mujeres, que se fijó el 8 de marzo de 2017.
En julio de 2016, en España, se produjo un caso de violación sexual contra una víctima mujer de 18 años, acaecida en Pamplona (Navarra) durante las fiestas de San Fermín por un grupo de cinco hombres en el portal de un edificio del centro de la capital Navarra. La víctima denunció a los agresores, lo que tuvo gran repercusión en los medios de comunicación y en las redes sociales, exponiendo públicamente la división de la sociedad española entre los que culpabilizaban a la víctima por su embriaguez, y aquellas/os que opinábamos que debían ser condenados por una violación con las agravantes de alevosía, abuso de superioridad o aprovechando las circunstancias de lugar, discriminación, ensañamiento (arts. 22 y 180.1 del Código Penal vigente en 2016) , y de comisión del delito en grupo (por una o más personas).
Fue denominado el “caso de La Manada” porque los 5 hombres pertenecían a un grupo de WhatsApp al que habían nombrado “La Manada”, y marcó un antes y un después en el clamor popular por el ejercicio de la integridad física y de la libertad sexual de las mujeres reconocidas en nuestra Norma Suprema (CE), ya que decenas de manifestaciones de mujeres y hombres tuvieron lugar en todas las ciudades y capitales españolas, con algunos de los lemas: “yo sí te creo” o “no es no”.
A tenor de la puesta en libertad provisional de los acusados, decretada por el Juzgado de Instrucción y, posteriormente, de la primera sentencia recaída en el caso dictada por la Sección 2ª de la Audiencia Provincial de Navarra, el 26 de abril de 2018, que únicamente condenó a los cinco acusados a nueve años de cárcel por abuso sexual continuado, y no por violación; cientos de mujeres y hombres se manifestaron de nuevo por las calles españolas, bajo el grito unánime de “no es no” o “sí es violación”.
El periplo de la víctima por los Tribunales no acabó ahí, puesto que tanto la Fiscalía como la acusación particular, presentaron sendos recursos contra la sentencia de la AP de Navarra, con la esperanza de que se hiciera justicia a la víctima de tal violación. El 5 de diciembre de 2018 el Tribunal Superior de Justicia de Navarra confirmó la sentencia de la Audiencia Provincial de Navarra de condena a los acusados por un delito de abuso sexual; de los 5 Magistrados que componían la Sala del TSJ, 2 presentaron un Voto Particular en el que expusieron que los acusados deberían haber sido condenados por agresión sexual a una pena de 14 años y tres meses.
Finalmente, el Tribunal Supremo, en sentencia dictada el 21 de junio de 2019, elevó a 15 años la pena de prisión de los reos por considerar que sí existió agresión sexual o violación, revocando, por tanto, las sentencias anteriores de la AP y del TSJ de Navarra, por considerar la concurrencia de varias agravantes y de elementos intimidatorios.
Tres de los miembros de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo que conoció del afamado “caso de la Manada” eran Magistrados expertos en violencia de género: Ana Ferrer (primera mujer en formar parte de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo), Susana Polo y Vicente Magro.
En el resto del mundo, 2017 fue un año especialmente importante en la conquista de los derechos de las mujeres de todo el globo terráqueo, ya que el 8 de marzo de 2017 se instauró el Primer Paro Internacional de Mujeres, que había nacido en 2016, impulsado por organizaciones de mujeres de más de 50 países, con la finalidad visibilizar la “violencia machista en todas sus formas y expresiones: sexual, social, cultural, política y económica.” En 2018, se volvió a convocar dicho Paro Internacional de Mujeres.
El movimiento “Me Too” (#MeToo), “Yo También”, se inició en octubre de 2017 en EEUU con un hashtag (#) que se viralizó rápidamente en las redes sociales; surgido para denunciar las agresiones y acosos sexuales del productor de cine estadounidense Harvey Weinstein a muchas mujeres, actrices principalmente. Dichas denuncias llegaron incluso al Congreso de los EEUU, ya que dos mujeres congresistas acusaron a varios hombres miembros del Congreso por acoso sexual y otros comportamientos contra la libertad sexual de las mujeres, afirmando que son prácticas muy comunes en dicha institución legislativa.
La frase “me too” utilizada por la influencer Tarana Burk, fue difundida por la conocida actriz Alyssa Milano, que incitó a las mujeres a expresar sus experiencias para demostrar la pervivencia de la misoginia en las sociedades “civilizadas” y sus consecuencias.
Desde aquel entonces, este hashtag (#metoo) se ha utilizado por más de 500.000 personas de todo el mundo, muchas de ellas celebridades y, mujeres y hombres de reconocido prestigio internacional.
En España, también en 2017, concretamente en el mes de diciembre, sucedió un hecho histórico que no se producía desde la época de la Transición democrática, ya que todos Grupos Parlamentarios del Congreso de los Diputados, las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales firmaron el “Pacto de Estado contra la Violencia de Género”. Este acuerdo supuso la unión de todos los partidos políticos, instituciones, organizaciones y expertos en aras de formular las medidas necesarias para la erradicación de la violencia sobre las mujeres, algunas de las cuales se han puesto en práctica y se ha legislado sobre ellas.
El Plan Estratégico de ONU Mujeres 2022-2025 bajo el lema “Construir un mundo con igualdad de género”, aprobado en 2021 con motivo del 1er. Decenio de la creación de esta institución (ONU MUJERES, UN Women), con la finalidad de “movilizar acciones urgentes y sostenidas para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas y apoyar el logro de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.”
El Día Internacional de la Mujer HOY
Cada año, la ONU selecciona un tema central o lema para celebrar el Día Internacional de la Mujer, con el ánimo de visibilizar la problemática de las mujeres a nivel mundial, relacionada con la igualdad y el reconocimiento de los derechos de las mujeres y niñas, resultando ser este año 2023: "Por un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la igualdad de género".
En este año se pretende:
¿Qué queda por hacer?
En la actualidad, el Día Internacional de la Mujer se celebra en más de 100 países, lo cual es síntoma del sentir de la sociedad que clama por alcanzar la igualdad de género.
Pero, a pesar de ello, es imposible ignorar las dificultades diarias a las que se enfrentan las mujeres de todo el mundo, por ello queda mucho por hacer, por lograr, por promover hasta que la igualdad entre mujeres y hombres sea real y efectiva.
¿Qué problemas son los más urgentes?
A mi juicio toda la problemática que afecta a las mujeres de todo el mundo es relevante y merece ser reconocida, abordada y solucionada; pero es cierto que hay cuestiones que son más perentorias, bien por la gravedad de las mismas o sus consecuencias, bien porque sin su visibilización, análisis y solución, se pueden atajar males mayores para las mujeres.
Estas dificultades a solucionar de una manera más efectiva y urgente, se resumen en las siguientes:
Los informes de diferentes instituciones internacionales presentan datos alarmantes acerca de la vulneración de los derechos de las mujeres y de las desigualdades con respecto a la población masculina, agravados por la crisis derivada del Covid-19 que se cebó principalmente en la población femenina, con pérdidas de empleo y aparición de vulnerabilidad económica.
La ONU ha denunciado en diferentes informes que:
Termino este artículo con la inquietante afirmación del Foro Económico Mundial (World Economic Forum), según el cual “aún faltan 170 años para cerrar completamente las brechas de género a nivel mundial”.
Por el bien de todas las mujeres y niñas del planeta y de la sociedad en general, espero y deseo que consigamos ejercer nuestros derechos y nuestras libertades en mucho menos tiempo.